Del barrio ni
noticias
aún recuerdo las calles
largas de veredas angostas
las baldosas color
vainilla
desgastadas de tanto
andar
el parque y su verde
al ras
los perros que deambulan
como la gente que va
sin rumbo
no les importa sólo
frecuentan
a veces preguntan
si hubo novedades
o pasó algo diferente
edificios que
contienen semipisos en sombras
a oscuras las
ancianas juegan solitarios
no se reúnen no cenan
toman la merienda
tarde
con eso les alcanza
observan tras las
ventanas sucias
la actividad de allá
afuera
se despiertan por la
noche
con los ruidos
extraños
que desobedecen la
calma
y asi el insomnio les
gana
afloran los
pensamientos
hasta que entra el rayo
de sol
y comienza un nuevo
día
Recorriendo las baldosas
el viento arrastra hojas bolsas
desechos papeles restos
cotillón de cosas
que ya no pueden ser
los cirujas se
reinventan
caminan con la cabeza
gacha
descalzos buscan
zapatos gastados
de otros
alimentados por desechos
de una cena anterior
dividen sus porciones
comparten beneficios
reciclan sus ideas
repasan sus lecturas
encienden la colilla
de un pucho que ya no es
son poetas de la
calle
dibujan sobre pedazos
de cartones con
carbones
que sobreviven
a los fuegos
en las noches de
insomnio
Salgan urbanos a la calle!
A desdoblar aventuras
propias / de otros
improvisación pura genuina
vuelo contagioso
intercambio de misas
procesiones sonrisas
Salgan urbanos!
A bendecir las calles de esta ciudad
con el mejor arte que se pueda contaminar
mixturas matices compatibles
luz colores / aerosoles gastados de tanto
expresar
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